1. Si el asesinato no existiera, no tendríamos ni una palabra, ni inventaríamos la palabra en relación con un mundo puramente hipotético en el que no se permitieran algunas formas de homicidio.
“Asesinato”, después de todo, simplemente significa “homicidio que no está permitido”. La ausencia de asesinato sería igualmente compatible con las realidades en las que a) nadie cometió homicidio o b) todos los homicidios se cometieron en circunstancias que lo justificaban de acuerdo con las normas éticas y legales vigentes, o c) las criaturas inteligentes eran tan increíblemente fecundas y fungibles que Todos los homicidios fueron permitidos sin importar qué.
2. Ahora debería ser obvio que nuestros varios mundos en los que no existían los homicidios no permitidos son hipotéticos y no existen en la vida real. Sin embargo, podemos imaginarlos. Hay escritores de ciencia ficción que podrían escribir una serie de libros sobre ellos. Pero eso no significa que tales mundos existan.
3. Imaginar algo no implica que ese algo exista. Eso no se limita a conceptos relativamente simples como el de Santa; eso también se aplica a los siglos de elaborada teología que describen a dioses como Brama, Shiva, Vishnu y el Dios de Abraham.
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Nota: la idea de que Dios es un concepto único, como el concepto mismo de Él implica su existencia, es básicamente la versión de Descarte del argumento ontológico de la existencia de Dios. No es tanto un argumento como un examen supuestamente “claro y distinto” del concepto de Dios. Sin embargo, otras versiones del argumento ontológico, como la primera versión de St. Anselm, son argumentos. Teniendo en cuenta tu pregunta, creo que estos argumentos te interesarían. Pero asegúrate de leer también los argumentos en contra.