Podemos tener datos morales si los queremos, solo tenemos que estar dispuestos a pensar las cosas un poco.
Considera la pregunta de si hay infinitos números primos. La respuesta no es inmediatamente obvia para todos, por lo que podríamos declararla como un tema subjetivo y permitir que todos tengan su propia opinión sobre el tema. Sin embargo, si podemos estar de acuerdo con algunas afirmaciones obvias acerca de la aritmética básica, entonces podemos mostrar que infinitos números primos son una consecuencia necesaria.
De manera similar, si podemos encontrar algunos principios morales comunes que todos estamos dispuestos a dar por sentado, entonces podemos derivar de ellas respuestas a preguntas morales más difíciles. De hecho, afirmaría que cualquier pregunta moral que podamos hacer puede y debe ser respondida exactamente de esa manera.
La moralidad subjetiva no tiene sentido, y es completamente innecesaria. La universalidad es esencial para el concepto de moralidad. Eso es lo que lo distingue del mero interés propio. No necesitamos que la naturaleza o Dios (s) nos den verdades morales trascendentes, solo necesitamos dividir las cosas en términos en los que todos podamos estar de acuerdo.