Las decisiones pueden ser muy difíciles cuando eres empresario o estás en una posición de liderazgo de una empresa más grande. Debido a que está invertido en tomar la mejor decisión posible para su empresa o para su empleador, debe usar una línea de razonamiento objetivo y eliminar cualquier influencia emocional o parcial que pueda alterar o comprometer esa decisión.
Por supuesto, eso es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Cómo puede decidir objetivamente si despedir o no a alguien con quien ha trabajado de cerca durante más de una década? ¿Cómo puede decidir objetivamente ir con un estilo de diseño de sitio web sobre otro? ¿Cómo puedes decidir objetivamente entre dos opciones que no son directamente comparables?
Hay un límite para nuestra objetividad como seres humanos, pero con la práctica y con estrategias sólidas implementadas, puede tomar la decisión más objetiva posible. Intente usar una o más de estas estrategias cuando tome su próxima decisión importante:
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1. Reconocer y compensar sus sesgos. Nuestras decisiones dejan de ser objetivas cuando nuestras emociones y sesgos comienzan a interferir con nuestras evaluaciones. Para reducir este impacto, piense críticamente sobre su propia mentalidad y qué factores podrían contribuir a una decisión subjetiva. ¿Cuánto y qué tan bien conoce a las otras personas involucradas en la decisión? ¿Qué experiencias pasadas podrían llevarlo a una visión sesgada sobre las diferentes opciones disponibles para usted? ¿Qué suposiciones has hecho? Considere esto cuidadosamente al determinar en qué dirección se está inclinando, si se encuentra inclinándose hacia una opción o alejándose de ella debido a estos sesgos, reestructure su pensamiento.
2. Utilice las listas Pro y Con. Las listas de pros y contras son un antiguo recurso, pero siguen siendo una búsqueda que vale la pena. Tome cada opción en su decisión y haga dos listas para cada una; por un lado, tendrá todos los beneficios de una opción y por el otro, tendrá todas las desventajas. Trate de darle a su lista un sentido de escala; por ejemplo, un alza de $ 10,000 debe ser más un factor de consideración que un aumento de 1 minuto en el tiempo de viaje para una desventaja. Esto puede ayudarlo a analizar todos los aspectos positivos y negativos de todas sus opciones, y ayudarlo a visualizar al mejor candidato en general.
3. Imagina aconsejar a un amigo. Es fácil perderse en su propia cabeza al considerar todos los factores posibles que podrían afectar el resultado de su decisión. Tomar una imagen de su propio consejo si asesorara a un amigo para tomar la decisión puede ayudarlo a comprender cuál podría ser la perspectiva de un extraño. Debido a que estás en medio de una situación, tus puntos de vista están distorsionados, pero en el exterior, puedes ver las cosas de manera diferente. Imagina a tu amigo diciéndote el problema usando solo la información más importante, y piensa en lo que podrías decir a cambio.
4. Desnude sus factores decisivos. Esta estrategia es útil cuando su decisión es particularmente difícil. En lugar de tratar de pensar en todo lo que podría explicarse al tomar la decisión, trate de limitar lo que tiene que interpretar. Reduzca los factores decisivos a un número mínimo; por ejemplo, si está decidiendo entre dos trabajos nuevos, podría reducir la decisión al salario, la cultura de trabajo y el potencial de crecimiento. Elimine cualquier factor que no sea una de sus consideraciones principales y observe lo que queda. Es mucho más fácil tomar una decisión objetiva basada en tres piezas de información que en una centena. La única parte difícil es determinar qué factores son los más importantes.
5. Experimente invirtiendo su línea de pensamiento. Durante el proceso de toma de decisiones, vas a hacer suposiciones, es natural y no se puede evitar. Pero eso no significa que no pueda jugar con esas suposiciones para obtener una visión más completa y objetiva de la situación. Por ejemplo, puede suponer que su compañía continuará creciendo en ingresos, pero ¿qué sucede si sus ventas disminuyen en los próximos dos años? ¿Cómo se desarrollaría tu decisión?
6. Crear un sistema de puntuación. Esta es una forma de reducir su decisión a un juego de números. Asigne puntos positivos o negativos a cada calidad asociada con cada una de sus decisiones y mantenga un puntaje total en ejecución para cada una. Por ejemplo, el hecho de que una nueva estrategia de marketing potencial sea barata puede valer 3 puntos, pero el hecho de que sea un riesgo moderado puede valer 2 puntos negativos, quedando con 1 punto restante. Una vez que haya tomado todo en consideración, una decisión valdrá objetivamente más que la otra. Seguirá siendo afectado por sus opiniones subjetivas, pero solo se manifestarán factor a factor, lo que reducirá su impacto.
7. Tomar una decisión y vivir con ella. En última instancia, no importa cuánto analice una decisión o piense en todas las posibles consecuencias, tendrá que tomar una decisión. No hay que evitarlo. No se demore en tomar una decisión solo porque no puede caer fácilmente de un lado a otro; en su lugar, tome una decisión y manténgase firme en esa decisión. Puede lidiar con las consecuencias de esa decisión como surgen más adelante. En la mayoría de los casos, tomar una mala decisión es mucho mejor que no tomar ninguna decisión.
Es imposible tomar una decisión verdaderamente objetiva: todos estamos sutilmente influenciados por nuestras emociones, nuestras personalidades y nuestro pasado experimentado, sin importar cuánto intentemos aislar los detalles objetivos. Sin embargo, usar estas estrategias para hacer que sus decisiones sean más objetivas es un esfuerzo que vale la pena. Incluso si su decisión no se realiza de la manera que pretendía, al menos puede estar seguro de que tomó la mejor decisión posible en estas circunstancias.