¿Existe un orden político coherente? ¿Es la política más pragmática que ideológica?

El ‘orden’ político se ha mostrado durante mucho tiempo como una distracción para las masas, porque es más fácil realizar tareas aparentemente egoístas o egoístas bajo el escrutinio público cuando el público cree que se realiza dentro de los límites del sistema legal. La historia ha contradicho claramente esto en cientos de ocasiones diferentes, donde los superpoderes militares y gubernamentales se mezclan con hegemones privados en escalas micro y macro.

“No hay Estados Unidos. No hay Democracia. Ya no vivimos en un mundo de naciones e ideologías. El mundo es un colegio de corporaciones. Inexorablemente determinado por los estatutos inmutables de los negocios. El mundo es un negocio …”

– ‘Red’

Las elites del mundo consideran al ciudadano privado como infrahumano, una vaca en una “manada ingobernable” de ganado que debe ser acorralada y distraída. Esta ha sido la actitud prevaleciente de las personas poderosas en nuestra sociedad desde los albores del tiempo, y estará en el futuro previsible.