Usaré un ejemplo que uso a menudo cuando enfrento ambigüedad estratégica:
Imagine que su aplicación móvil es una corriente que está cavando para regar una aldea sedienta, mientras que, de lo contrario, se le emplea por hora para llevar agua en cubos:
1. Sea estrecho, no ancho.
2. Sea simple, no complejo.
3. No pidas permiso para empezar.
4. No esperes que otros lo “vean”.
5. No esperes las opiniones de los aldeanos.
6. Que la sed supere las barreras terrestres.
7. Deje que los transportadores de cubos de agua le paguen en trabajos de excavación, una vez que haya acortado su camino hacia el agua. Cuanto más corto sea el camino, más tiempo tendrán para reembolsarte cavando (crecimiento exponencial)
Puedes cometer errores en cada uno de estos pasos y aún así recuperarte. De hecho, te darás cuenta de que ser inexperto es una ventaja en casi todos estos factores.
- ¿Se puede atribuir la responsabilidad tanto a un grupo como a individuos?
- En el balance de probabilidades, ¿es más probable que estemos en algún tipo de simulación?
- Un maestro iluminado hizo esta pregunta retórica, ¿puedes responderla?
- ¿Qué debo leer antes de comenzar ‘El mundo como voluntad y representación de Schopenhauer’, vol. 1 ‘para entenderlo mejor?
- ¿Es la filosofía lógica? Si es así, ¿por qué hay filosofías contradictorias?
Solo hay un factor crítico del que nunca te recuperarás si te equivocas:
Sed.