La locura no puede ser el pináculo de la mente individual ya que esta definición pertenece a otros. No hay locura poseer la mente. La mente es un proceso de diversificación de conceptos, desmantelando y reensamblando sus elementos durante toda la vida. La imaginacion
Si el proceso seguía siendo totalmente intrínseco a la mente, las primeras personas que entrarían en contacto con él no podrían comunicarse. La sociedad es una bolsa de valores permanente para la biblioteca de conceptos. La diversificación de la mente individual es contingente: los conceptos creados deben seguir siendo “vendibles”.
Se puede vender no solo a sus compañeros, sino también al medio ambiente. De lo contrario la realidad no te hace un regalo. La locura no se asocia con una alta esperanza de vida.
Ahora puedes adivinar qué constituye el verdadero pináculo de la mente. Es la capacidad de resolver conflictos entre la imaginación y las limitaciones ambientales, físicas y sociales. Algunos hablan felizmente de “armonía”, pero la armonía es un revestimiento que debe extenderse constantemente a las grietas que surgen de los nuevos conflictos.
- ¿Cómo abordaría un budista el problema filosófico del tranvía?
- Para probar que una proposición es verdadera, ¿es necesario y suficiente mostrar que la proposición está libre de contradicciones en su contexto?
- ¿Qué es la posibilidad de pensar?
- El punto entre la rabia y la serenidad. Qué significa eso?
- ¿Qué profesiones del presente son las más cercanas a los grandes guerreros y filósofos del pasado?
Estoy de acuerdo contigo en que una mente realizada debe poseer su semilla de locura. Es la originalidad del árbol que proviene de él. Pero el árbol debe crecer y fortalecerse de acuerdo con los vientos que lo azotan. Un crecimiento loco lo destruirá muy rápidamente.