Si y no. El libre albedrío puede coexistir con el destino, dependiendo de cómo lo mires y de cómo definas esos términos. Si define Destino para significar que cada pequeña cosa en el mundo está predeterminada, entonces no puede coexistir con el libre albedrío. Si define el libre albedrío para significar que cada acción y todas sus consecuencias se pueden determinar individualmente y que los resultados de esas acciones dependen totalmente de la elección que se haga, entonces no puede coexistir con el destino.
Sin embargo, si los define más sutilmente, es posible que algunos fines estén predeterminados, pero que el camino que tomamos para llegar allí es nuestro para elegir, y que la naturaleza de esos fines está en última instancia influenciada por nuestras elecciones y por el camino. Que tomemos para llegar a esos fines, entonces los dos pueden coexistir.
Tomemos, por ejemplo, a dos amantes de las estrellas cruzadas. El camino que tomen para finalmente unirse (algo que está destinado a ser) determinará cómo se tratan entre sí cuando llegan a su destino. Si uno toma un camino cruel y sin corazón para llegar a su fin, entonces será cruel y sin corazón en su relación con su pareja predestinada. Si en cambio toman un camino de honor y amor, entonces serán honorables y amorosos con su compañero Destinado.
El punto es que uno puede creer que un fin está destinado a serlo, mientras que también creemos que somos libres de elegir y moldearnos a través del camino que elegimos por libre albedrío.
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