“Zindagi ko jeena toh aise jeena ki kabhi kisi se milo toh khud se nazre mila sako”.
Significado: vive la vida de tal manera que cada vez que te encuentres con alguien, puedas mirarte con orgullo, sin remordimientos.
Me sentiría orgulloso, aceptándome y lleno de respeto por mí mismo, si me encontrara alguna vez en persona.
Las primeras tres horas se gastarían conversando incesantemente sobre las cosas que he hecho y planeado hacer. Se marcarán algunos elementos de algunas listas de cubetas. Luego discutiríamos sobre los viajes que habíamos tomado y cómo moldearon nuestra comprensión mutua del mundo y nuestra individualidad en general.
Comeríamos como el infierno, además caminaríamos mucho. Camino mucho, a veces caminando hasta 10 kilómetros por día.
- ¿Tenemos ahora una relación con la verdad que roza la indiferencia?
- ¿Por qué se glorifica la guerra en las películas convencionales?
- ¿Cómo puede la razón decirnos qué debemos hacer?
- ¿Puede la ciencia ser usada para explicar el alma?
- ¿Hay un solo espacio y tiempo?
El punto que vale la pena señalar aquí es que ninguno de nosotros haría una pausa para tomar un descanso porque, dado un tema, soy una persona muy habladora. Haré todo lo posible para mantenerte involucrado en una conversación significativa (con un juego de palabras) para que disfrutes tu tiempo conmigo.
Discutiríamos cosas sobre cómo hacer el mejor uso de nuestros tiempos, sobre nuestros objetivos, nuestra pasión, los viajes, el amor, la aventura, los libros, la música, las relaciones y el propósito de la vida. Trataríamos algunos pijamas terribles, nos miraríamos sin decir nada y pasaríamos una sonrisa al azar.
Entonces, de repente, los dos nos callaríamos. No es porque nos quedemos sin temas; es porque me gusta dedicarme unos momentos de silencio después de una conversación profunda y atractiva. Simplemente me sentaba al lado de “Yo” y pensaba en mis palabras y si las decía en serio o no. Parecería que no estoy pensando nada, pero la verdad es que estoy tratando de sacar conclusiones e inferencias de esa conversación.
Entonces, como si nada pasara, los dos nos levantábamos, nos abrazábamos, nos decíamos Te Amo, y nos íbamos en direcciones opuestas, sin dar la vuelta para ver al otro. Mi estilo característico es alejarme con los hombros encogidos y ambas manos en los bolsillos.
Me agradecería en silencio diciendo: “Gracias por estos momentos. Me hiciste sentir vivo en el presente”. Luego estiraría los brazos, haría el concierto de Top-Gun y compraría un capuchino.
Gracias por A2A Abhinay Sali. Esto fue profundo